Descubre tu punto débil

El ser humano está lleno de fortaleza y debilidades. No existe la perfección, es cierto. Sin embargo, también es verdad que con frecuencia podemos arrastrar debilidades que son una fuente de sufrimiento constante en nuestra vida, puntos débiles que se convierten en motivo frecuente de dolor y sufrimiento. A veces, puede parecer que no aprendemos. Y claro que lo hacemos, simplemente, puede que necesitemos más tiempo para ello.
En este tipo de situaciones, en lugar de culparnos por cómo nos sentimos deberíamos tratarnos con cariño porque desde el respeto hacia uno mismo se aprenden mejor incluso las lecciones más dolorosas. Existe un reto personal importante que cualquier persona puede emprender en algún momento de su vida: identificar su punto débil para poder modificarlo.
Avanzar hacia la felicidad aunque sea despacio
Puede que este punto débil no desaparezca por completo pero si conseguimos reducir su frecuencia, entonces, habremos dado un paso hacia adelante muy importante. Todo ser humano tiene un punto débil, por ello, es positivo no mirar hacia otro lado y asumir en primera persona esta realidad.
¿Cómo descubrir tu punto débil?
No se trata de una respuesta que pueda ser resuelta al más puro estilo de una ecuación matemática sino que es fundamental potenciar la observación interior para mirar dentro de uno mismo y analizar en qué situaciones aflora un sufrimiento. Utilizar lápiz y papel para anotar por escrito esas posibles situaciones es de gran ayuda para poder poner palabras al universo emocional.
No importa la edad que tenga una persona, siempre es posible establecer cambios personales para crecer a nivel interno evitando estereotipos habituales del tipo “soy así y ya soy mayor para cambiar”. Existe una razón de peso para intentar cambiar en ciertas debilidades que duelen: producen sufrimiento. Anímate a descubrir que las cosas podrían ser de otra manera si te das la oportunidad a ti mismo.
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